Desde ayer nos captó la atención la noticia del Asistente de Vuelo, Steven Slater, quien después de tener una discusión con una pasajera que lo insultó y le causó una herida en la frente de forma negligente, decidió terminar su jornada laboral de la siguiente manera:
• Públicamente le dijo a la pasajera F*** You. O sea, “Chávate Tu” para no decirlo de otra forma.
• Sin embargo, de forma muy cortes le deseo lo mejor a los demás pasajeros.
• Tomó dos cervezas de la nevera.
• Abrió la compuerta de emergencia y se tiró chorrera abajo.
• Caminó al estacionamiento y se fue a su hogar, con las cervecitas en mano.
Luego, las autoridades lo arrestaron en su hogar por haber “puesto en peligro la vida de los pasajeros”.
Bueno, lo mas que han resaltado las noticias es el hecho de que el sujeto se ha convertido en un “Héroe Nacional”, hasta su pagina de MySpace ha alcanzado mas de 100,000 seguidores. La pregunta es, ¿y por qué?
Todos podemos estar de acuerdo de que fue incorrecto usar la compuerta de emergencia para salir del avión en vez de irse por la puerta de salida. Todos podemos estar de acuerdo en que el asistente no debió devolverle a la pasajera los insultos que ella le profirió. Todos podemos estar de acuerdo en que no debió llevarse las cervecitas. Aun así, aun estando de acuerdo en que sus acciones no estuvieron apropiadas, ¿Por qué ha causado tanta simpatía, gracia, y hasta empatía su situación?
Yo creo que es PORQUE ESTAMOS CANSADOS DE QUE LA GENTE NOS AGREDA O NOS FALTE EL RESPETO CUANDO ESTAMOS HACIENDO NUESTRO TRABAJO. Y LO PEOR, QUE LA SITUACION SE QUEDE IMPUNE.
Ahora digo yo, ¿a cuantos profesores no les ha dado la tentación de mandar a uno o mas de un estudiante “PARA BUEN SITIO?”¿A cuantos empleados, en general, no les ha dado la tentación de mandar “PARA BUEN SITIO” a las personas a las que les dan servicio? O vamos mas allá, ¿a cuantas personas no les ha dado la tentación de mandar “PARA BUEN SITIO” a sus colegas de trabajo, supervisores, u otros, sean quienes sean, cuando son agredidos de forma verbal por dichas personas? Entonces, cuando explotas en una situación que ya no puedes aguantar, porque como seres humanos tenemos nuestros limites, entonces el que explota se convierte en el “malo de la película”. Tal vez por eso este asistente de vuelo, que ahora es “el malo de la película” ante las autoridades federales, es sin embargo el “HEROE” de miles de personas que se familiarizan y empatizan con su reacción.
Tal vez esto nos deba de servir de lección para aprender que todos tenemos que estar conscientes de cómo nuestras acciones pueden afectar a los otros. La mujer que insultó al asistente, ¿dónde esta?, ¿acaso la arrestaron?, ¿quien es?, ¿por qué no la hacen responsable de su falta de respeto a un ser humano que hacia su trabajo?, ¿por qué no la han arrestado por negligente y haberle causado una herida en el rostro? A esa señora se le debe hacer responsable de sus actos y que no se quede impune su mala conducta.
Lo que paso es una muestra de un mal social que estamos viviendo todos los días: la agresión verbal, que se puede tornar física ya sea consciente o no, entre los seres humanos.
Algo que estábamos coloquiando Don Segundo y yo era sobre los “Realty Shows” y su gran proliferación. Big Brother fue el programa pionero. En estos programas se ve como las personas se agreden verbal y físicamente, como se construyen historias difamatorias, como se miente e insulta, como se acosa a las personas tranquilas, entre otras dinámicas pueriles, con el propósito de ganar un gran premio al finalizar la serie. Esos programas son el reflejo de lo que se vive en la sociedad pues las personas se tratan de la misma manera con tal de lograr un objetivo, sea cual sea. No es correcto que nos estemos tratando con tanto desprecio, desden, agresión, y falta de respeto. El que es victima de este maltrato por lo general siempre calla hasta que un día explota, como le pasó al Asistente de Vuelo.
Tal vez por eso es que las personas han mostrado empatía con Steven Slater.
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