Nuestro Puerto Rico del Alma

Una vida no es fuerte sino cuando se ha consagrado a conquistar su ideal por sencillo que sea. Eugenio María de Hostos.

sábado, 5 de junio de 2010

Avatar: La Excepción Que Llegó a Mi Corazón


Hace par de semanas fuimos a Sam’s Club. Estaba yo recogiendo unas fotos, justo al frente de los televisores de pantalla plana. Estaban pasando la película Avatar. Es una película que te pone a pensar…a reconocer…a validar nuestros valores y acciones con respecto a nuestro hogar, el planeta Tierra.

Yo soy escéptica con las películas futuristas y del espacio. No se, no son mi tipo. Bueno, mientras esperaba al empleado, me puse a ver la película. Dios mío, fue una atracción fatal. Me quedé embelesada. Lo interesante fue que ya había recogido las fotos y me había quedado ahí mirando la pantalla. Cuando salimos de la tienda, nos fuimos a comprar la película para verla esa noche.

Valió la pena. Lo reconozco. La película está magnifica. Lo más que me gustó fue el tema, por supuesto. Es lo que hemos vivido siglos por siglos. Es lo que vivimos días tras días. Hay dos aspectos que resaltan a la vista, entre muchas otras cosas: el desprecio que el ser humano tiene por la naturaleza y su diversidad preciosa y majestuosa y la mediocridad de los que están a cargo de la explotación de la naturaleza y el genocidio para enriquecer a unos pocos seres humanos. De hecho, el mediocre a cargo de la compañía RDA, el administrador Selfridge, se parece a mi actual jefe.


Los seres humanos no piensan en la destrucción masiva del universo que provocan con sus acciones mezquinas y malsanas. Cuando veía la escena donde se destruye el árbol donde vivían los indígenas del clan al que se había unido Avatar, me dio tanto coraje… Debajo de ese árbol yacía una gran concentración de unobtainium, el metal precioso tras el cual iban los alienígenas, esto es, los seres humanos que invadieron el planeta Pandora. No les importó que ese fuera el hogar y la fuente de vida de los indígenas, con tal de abrir paso a su avaricia. Me recordó lo que hicieron los colonizadores en Puerto Rico, quienes esclavizaron a nuestros indígenas, llegando al punto de la exterminación con tal de saquear todo el oro posible. Me recordó lo que ha estado haciendo Estados Unidos en Irak con tal de posesionarse del oro negro de ese país y su maquiavélico plan de seguir conquistando así los demás países de Oriente. También me recordó lo que el gobierno en Puerto Rico esta tramando con el Caño Martín Peña: despojar a sus habitantes y destruir la naturaleza para construir propiedades para los ricos y poderosos. Siempre los ricos…explotando la naturaleza y al ser viviente para enriquecerse más y más sin importarle la destrucción que dejan a su paso. ¿Hasta cuando?

Avatar es una película que me llegó al corazón. Todos los días vivimos la destrucción masiva de nuestro hogar y no estamos pensando en el futuro de nuestros hijos. Al ser parte de la destrucción del ambiente, ya sea de forma activa o pasiva, en cada uno obra un coronel Quaritch y un administrador como Selfridge. Ese coronel encarniza lo despreciable que puede ser el hombre con su odio y maldad. Ese administrador encarniza la mediocridad de los “Tíos TOM”, que llegan a ocupar posiciones de poder sin tener capacidad para dichos puestos y, por supuesto, porque con lo único que cuentan es con la falta de escrúpulos para llevar a cabo la misión. Aquí se ve nuevamente lo del “fin justifica los medios.”

Mientras sigamos callando y avalando, todos somos responsables de la destrucción que dejamos a paso por este mundo.

1 comentario:

Kofla Olivieri dijo...

La verdad que la pelicula tiene un profundo mensaje. Compre una copia en la calle cuando estaban promocionando la pelicula y todavia es la hora que no he podido verla completa. Tengo que apagarla de la rabia que me da ver los abusos.