Día contra la Pobreza para abordar la situación de los derechos humanos y la dignidad

17 octubre 2008


“No se puede producir el cambio si las personas no disponen del tiempo necesario para expresarse y hablar de los problemas a los que se enfrentan.”
Michael Nyangi, Kibera, Nairobi

Este año, el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza es un llamamiento a todas las personas, desde las responsables del diseño de las políticas hasta la opinión pública, para que reconozcan los derechos y la dignidad de las personas que viven sumidas en la pobreza.

Amnistía Internacional, otras ONG, organizaciones de la sociedad civil, personas que viven en la pobreza y simpatizantes de todo el mundo se movilizarán para hacer oír su voz y exigir a los gobiernos que actúen.

El Día contra la Pobreza se celebra todos los años el 17 de octubre. Su finalidad es promover una mayor conciencia sobre la necesidad de erradicar la pobreza en todos los países y la importancia que tiene el derecho a la participación.

Demasiado a menudo se excluye a las personas que viven en la pobreza de las decisiones sobre la manera de mejorar sus vidas. Amnistía Internacional declaró que el círculo vicioso de pobreza y abusos contra los derechos humanos sólo se podrá romper si las personas que viven en la pobreza pueden decir lo que piensan y hacerse oír. La organización pide a todos los Estados que reconozcan el derecho a la participación.

Widney Brown, directora general de Derecho Internacional, Política y Campañas de Amnistía Internacional, declaró: “Este año, un enfoque básico del Día Internacional es garantizar que no se deniegue nunca más a las personas que viven en la pobreza el poder de controlar sus vidas”.

“Con demasiada frecuencia, al vivir en la pobreza las personas quedan excluidas del proceso de toma de decisiones sobre las cuestiones que les afectan. Son otras personas quienes toman esas decisiones en su nombre, haciendo caso omiso de sus necesidades, creencias y opiniones.

Todo esto, no sólo lleva a tomar decisiones basadas en informaciones equivocadas, sino que despoja a las personas de su derecho a participar y aprender del proceso para poder ser agentes del cambio y mantener bajo control sus propias vidas", afirmó Widney Brown.

Entre los actos preparados para conmemorar este día se incluyen exposiciones callejeras, estrenos cinematográficos, testimonios públicos y conciertos.

En la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, Widney Brown participará en un importante debate sobre la pobreza, que está previsto que se transmita por Internet en http://www.un.org.

Este acto reunirá a representantes de la ONU, del Banco Mundial y de destacadas ONG que trabajan en temas de pobreza y de derechos humanos. También asistirá un grupo de activistas locales pertenecientes a organizaciones de base de la sociedad civil, entre los que se encuentra Michael Nyangi.

Michael vive en Kibera, uno de los barrios marginales más grandes, con una población de 1,5 millones de personas, y dirige la organización de microcrédito Lomoro. Titulado en contabilidad, fundó Lomoro con 23 años de edad, hace cinco años. Actualmente, la organización tiene 150 miembros y ayuda a la gente a poner en marcha modestos proyectos capaces de generar ingresos.

Michael asistirá al acto con la intención de compartir la perspectiva y las reflexiones de los habitantes de Kibera.

Otros simpatizantes de Amnistía Internacional participarán también en las concentraciones con el lema “Levántate contra la pobreza” organizadas por el Llamado Mundial a la Acción contra la Pobreza.

“Levántate contra la pobreza” animará a millones de personas a ponerse en pie al mismo tiempo para protestar contra la violencia y la desigualdad. Este año se espera que participe en torno al uno por ciento de la población.

Strapline: Este año, el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza es un llamamiento a todas las personas, desde las responsables del diseño de las políticas hasta la opinión pública, para que reconozcan los derechos y la dignidad de las personas que viven sumidas en la pobreza.


Fuente: Amnistía Internacional