Nuestro Puerto Rico del Alma

Una vida no es fuerte sino cuando se ha consagrado a conquistar su ideal por sencillo que sea. Eugenio María de Hostos.

jueves, 9 de julio de 2009

Centenario del Natalicio de Gilberto Concepción de Gracia




Biografía de Gilberto Concepción de Gracia

Gilberto Concepción de Gracia nació en Vega Alta, Puerto Rico el 9 de Julio de 1909, hijo de Ceferino Concepción y Carmen de Gracia. Estudió los primeros grados en Vega Alta y terminó su vida escolar en la Escuela Superior Central de Santurce. Cursó estudios universitarios en la Universidad de Puerto Rico, de la que se graduó en 1932 tras obtener títulos de Bachiller en Administración de Negocios y de Bachiller en Derecho. Posteriormente realizó estudios post-graduados en la Universidad de George Washington, en Washington, D.C., Estados Unidos de América, en la que obtuvo grados de maestro en Derecho y de doctor en Derecho con especialidades en Derecho de Patentes y Derecho Administrativo. Se desempeñó en Estados Unidos, como periodista, abogado y profesor de literatura latinoamericana.


Gilberto Concepción de Gracia, 1958

Convencido del derecho y la imperiosa necesidad de Puerto Rico a su independencia y soberanía, fue, en sus primeros años militante del Partido Nacionalista de Puerto Rico, bajo la presidencia del doctor Pedro Albizu Campos. Más tarde, confrontado con las acusaciones del gobierno de los Estados Unidos contra el doctor Albizu Campos y el liderato del Partido Nacionalista, aceptó, a pesar de su juventud, la responsabilidad de la dirección de su defensa como abogado, ante el Tribunal de los Estados Unidos en Puerto Rico.

Convictos los nacionalistas en un juicio cuya validez fue impugnada públicamente, Concepción de Gracia continuó en gestiones de apelación ante el Tribunal de Circuito de Boston. Para ello cerró su bufete en Puerto Rico y se trasladó a Estados Unidos para facilitar su actividad; allí se estableció, inicialmente, en la ciudad de Nueva York en compañía de su esposa puertorriqueña, Ada Suárez Díaz.

En Nueva York desplegó una intensa labor por los derechos de sus compatriotas que emigraban a Estados Unidos en busca de trabajo y mejores condiciones de vida y resultaban discriminados y en condiciones de extrema desigualdad y gran prejuicio.

Su actividad, mezcla de labor social y política, respaldada por sus conocimientos en el campo de las leyes, se hizo más eficaz por su trabajo como periodista y posteriormente como editorialista del periódico hispano “La voz”. Por sus actividades llegó a trabar íntima relación con el congresista por Nueva York de origen italiano, Vito Marcantonio. Por varios años colaboraron juntos en la defensa de los puertorriqueños, los pobres, las minorías y los marginados en general, en la ciudad de Nueva York. Concepción de Gracia preparó discursos y proyectos para Marcantonio reproducirlos o presentarlos en el Congreso de los Estados Unidos, incluyendo un proyecto para reconocer la independencia de Puerto Rico. Juntos hicieron campaña en Nueva York, montaron tribuna pública, recorrieron calles y barrios y organizaron grupos políticos.



Para esos años nació la hija mayor de Concepción de Gracia, Alma, ahijada de Marcantonio. Posteriormente la familia Concepción-Suárez se trasladó a Washington, D.C. donde Concepción trabajó en la Unión Panamericana, precursora de la Organización de Estados Americanos. En esa ciudad realizó sus estudios avanzados de Derecho, continuó su trabajo en beneficio de los puertorriqueños, trabajó incansablemente por la independencia de Puerto Rico, se inició en una nueva dimensión como profesor universitario de literatura hispanoamericana y nació su segundo hijo, Gilberto.

Mientras tanto, en Puerto Rico habían tenido lugar sucesos de gran trascendencia, entre los que se destacan principalmente la llamada “Masacre” de Ponce, en la que la Policía de Puerto Rico, cumpliendo órdenes superiores disparó contra una marcha pacífica y desarmada de miembros del Partido Nacionalista de Puerto Rico; y la fundación y triunfo electoral del Partido Popular Democrático bajo la dirección de Luis Muñoz Marín. Este partido se reputaba como favorecedor de la independencia de Puerto Rico y su líder se llamaba a sí mismo independentista y socialista.

Muñoz Marín, tras el triunfo electoral de 1940, insistió en la necesidad de posponer la lucha por la independencia en aras de lograr la mejoría económica del país, que se encontraba arruinado. Cuatro años más tarde importantes sectores independentistas puertorriqueños, preocupados por la posposición de la lucha por su ideal, decidieron fundar un llamado Congreso Pro Independencia. Mas tarde surgió así el Segundo Congreso Pro Independencia, que tomó su nombre de una primera organización que había laborado por la independencia en años anteriores. Para dirigir y presidir la organización se requería, a juicio de sus líderes, una figura comprometida con la independencia y el trabajo, que hubiera estado al margen de las luchas políticas de los últimos años de Puerto Rico y cuya capacidad y liderato fueran reconocidos y aceptados por sus compañeros. Decidieron reclutar a Gilberto Concepción de Gracia, entonces en Washington, quien regresó a Puerto Rico. A Luis Muñoz Marín ni le gustó el Congreso Pro Independencia ni le gustó la Confederación General de Trabajadores, al extremo de promover un decreto de incompatibilidad con el Partido Popular. De esta manera se hizo imperativa la fundación de un partido político, defensor de la independencia de Puerto Rico. Surgió así la necesidad del Partido Independentista Puertorriqueño.


Don Gilberto, 1964

El 20 de octubre de 1946 se fundó en Bayamón el Partido Independentista Puertorriqueño, que fue presidido por Gilberto Concepción de Gracia hasta su muerte el 15 de marzo de 1968 casado en segundas nupcias con la puertorriqueña Abigail Díaz Alfaro, fue electo senador en las elecciones de 1952 y 1956 y candidato a gobernador de su colectividad en 1964.

A pesar de la fuerte oposición del Partido Popular a la fundación del PIP, el nuevo partido quedó inscrito y compareció a las elecciones de 1948 con un programa de independencia para Puerto Rico y permaneció como partido político principal tras el resultado electoral. Por primera vez en 1948 se permitió a los puertorriqueños votar para la elección de su gobernador, y resultó electo Luis Muñoz Marín.

De 1949 a 1952 se planteó una lucha política de enorme trascendencia y significación: al Partido Popular le interesaba impedir el crecimiento y desarrollo del PIP y pretendió gestar un nuevo concepto político llamado Estado Libre Asociado, que finalmente quedó inaugurado el 25 de julio de 1952.

El PIP participó extensa e intensamente en la actividad política, particularmente contra la creación del Estado Libre Asociado, por estimar que no era otra cosa que el mismo régimen colonial, con un nombre distinto y algunos cambios intrascendentes.
Otro sector del independentismo puertorriqueño, el Partido Nacionalista de Puerto Rico, bajo la dirección del doctor Pedro Albizu Campos, decidió en 1950 que la llamada “farsa” del ELA sólo podía detenerse a tiros y no por la participación en el proceso electoral, señalado como falso. Evidentemente el PIP confrontó serios problemas al actuar en franca contradicción con un grupo ideológicamente afín, que inició una revolución armada el 30 de octubre de 1950. Pese a todo, el PIP, nutrido en gran medida por un sentimiento anti-guerrerista resultado de la guerra de Corea y la participación en ella impuesta por Estados Unidos de miles de jóvenes puertorriqueños, se convirtió en el segundo partido en cuanto a fuerza electoral en Puerto Rico en las elecciones de noviembre de 1952. Logró elegir en esas elecciones un total de 16 legisladores, once de ellos como representantes a la Cámara y cinco como senadores, capitaneados por el presidente del Partido, doctor Gilberto Concepción de Gracia, que actuó además como portavoz de los independentistas del Senado. Resultó electo nuevamente senador y portavoz en las elecciones de 1956, pero la representación legislativa del PIP se redujo notablemente, como reflejo de la reducción de votos en las urnas electorales.

Los años 1953 al 1960 en los que el PIP contó con representación legislativa y en los que Concepción de Gracia actuó como portavoz en el senado pueden definirse como legislativamente productivos, pero están plagados de disensiones y divisiones internas y luchas de poder que culminaron en la desaparición electoral del partido. Se presentó amplia legislación dirigida a importantes reformas políticas, sociales, fiscales, económicas y laborales, entre otras. Como legislador, Concepción de Gracia presentó y defendió centenares de proyectos de obra social que, aunque en su mayoría fueron derrotados en aquel momento, sirvieron de base para la mayor parte de la legislación progresista de los próximos años. Incluía medidas sobre aumentos de salarios y condiciones de trabajo de los trabajadores puertorriqueños, garantía a la huelga y al piquete, representación en las agencias de gobierno, construcción de viviendas, colegiación de grupos obreros y múltiples otras medidas que abarcaban todo tipo de gestión.

El PIP volvió a participar en las elecciones del 1960 y 1964 bajo el liderato de Gilberto Concepción de Gracia, pero no permaneció como partido principal tras ninguna de esas elecciones. En la de 1964 Concepción figuró como candidato a la gobernación.

A su muerte, ocurrida en Santurce el 15 de marzo de 1968, Gilberto Concepción de Gracia, de 58 años de edad, tenía un único objetivo principal: dejar al pueblo de Puerto Rico el Partido Independentista Puertorriqueño inscrito, como instrumento para el logro de la independencia nacional de Puerto Rico, único camino, a su juicio, para lograr objetivos que redundarían en el bienestar y la felicidad de todos los puertorriqueños.



Por Gilberto Concepción Suárez

Fotos Instituto Gilberto Concepción de Gracia

No hay comentarios: