Nuestro Puerto Rico del Alma

Una vida no es fuerte sino cuando se ha consagrado a conquistar su ideal por sencillo que sea. Eugenio María de Hostos.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Los Estudiantes Deshonestos y la Mediocridad Institucionalizada



Es indignante las cosas que uno tiene que vivir por la falta de respecto, honestidad, e integridad de las personas en esta sociedad. Uno le da vuelta y vuelta y vuelta y se hace difícil comprender por que el mundo es así.

Yo enseño en la universidad del estado. Acabo de pasar la lista de estudiantes presentes y marco aquellos que no todavía no han llegado al salón de clases. Tengo un estudiante que llega tarde, ve que ya lo marque tarde y me empieza a cuestionar frente a los otros estudiantes su tardanza. O sea, repito, el estudiante llega tarde y el me cuestiona porque lo marque tarde. Le digo que si desea hablar sobre su tardanza, que me vea después de clase pues ya había comenzado. Vuelve e insiste. Le digo que deje el tema y que se siente y que hablamos después de la clase. Vuelve e insiste por tercera vez. Le digo que ya basta. Me tira el bolígrafo en la mesa y se retira a sentarse. Yo lo sigo y lo llamo fuera del salón. Le digo que se tiene que ir porque no voy a tolerar una falta de respeto como esa. El estudiante insiste en que se va a quedar. Yo le dijo que no, que se tiene que ir. Intenta nuevamente y le digo. Si te quedas voy a llamar a seguridad para que te remueva del salón porque “no me vas a imponer tu falta de respeto ni tu conducta agresiva.” El estudiante se va.



¿Qué caramba pasa? ¿Dónde está el respeto?

La situación llega a oídos de la directora del departamento. Ella lo manda a llamar y me llama a mí para que nos reunamos a hablar. Cuando el estudiante empieza a hablar, ¿se pueden imaginar? La deshonestidad, la arrogancia, la falta de valores, la falta de integridad, todo a la misma vez, se manifestó en un solo instante. Cuando el estudiante acabo su verborrea, yo, ni corta ni perezosa, le dije todo lo que se merecía. Era indignante ver como el estudiante se pavoneaba con su falta de responsabilidad. El estudiante llega tarde, comete una falta de respecto contra su profesor, y pretende justificar lo que hace como algo bueno. Daba grima ver como trataba de presentar la situación como un injusticia cometida hacia su persona. Por supuesto, se encontró con una pared de hierro. Y aunque lo hizo con los dientes de atrás, tuvo que pedir disculpas.

Ahora destaco el punto de este desahogo. La gente hoy día se comporta mal, hacen barbaridades, le faltan el respeto al prójimo, violan las políticas institucionales, violan la ley, cometen errores, y que así siga la lista de cosas reprochables que hacen y cuando tienen que pagar las consecuencias por su falta de responsabilidad, tienen la osadía de decir que “es un injusticia lo que le están haciendo”. Por eso estamos como estamos, por eso hay tanto deterioro social, porque la gente no quiere asumir responsabilidad y siempre están buscando excusas baratas para cubrir sus faltas. Y porque la misma sociedad le aplaude estas conductas y se hacen cómplices cuando no toman acciones para parar esas tendencias.

Luego de la reunión, la directora, que dicho sea de paso se quedó corta en su “intervención”, me dio un “speech” de que yo tenia que comprender que estos estudiantes son inmaduros, que su transfondo social es uno difícil, y que debía hablar con ellos, etc., etc., y etc. De la misma forma, ni corta ni perezosa, también le dije lo que se merecía, por supuesto, de forma respetuosa. Ese estudiante en particular lleva dando problemas desde que entro a la universidad. Yo he hablado en múltiples ocasiones sobre sus necesidades. ¿Que mas hay que hablar? El estudiante cruzó la línea del respeto, y ante eso no se habla, se actúa. Eso de hablar, hablar, y hablar mucho no funciona en casos como estos. Lo que funciona es la acción contundente.

Ahora tengo otro punto. ¿Qué caramba se cree la directora con esa posición? Pues precisamente por tener personas en esta sociedad que asumen roles de “madres amamantadoras” en sus trabajos con “estudiantes”, pues hay estudiantes que abusan y se creen que pueden hacer lo que les de la gana porque siempre van a tener una oportunidad. El caso es que nunca aprenden a hacer las cosas bien porque siempre se les esta dando la oportunidad. Así mismo como nos han enseñado las teorías de modificación de conducta, pues es entendible que cuando alguien hace las cosas mal y se le da la oportunidad, esto se convierte en un patrón de conductas, “lo hago mal y no me importa porque siempre me van a dar la oportunidad”, lo que es el llamado “refuerzo negativo”. No. No hay porque dar oportunidades. Que pasen por las consecuencias a tiempo, para que realmente se extinga esa conducta inadecuada. ¿Acaso eso no es lo que la teoría de modificación de conducta expone y que se ha comprobado con tantos experimentos? Pues hay que aplicarlo!

Por otro lado, ¿Qué se cree la directora, que ahora también es mi responsabilidad la conducta del estudiante? No, el estudiante es responsable por si solo y el profesor tiene que hacer lo que tiene que hacer. Y el director tiene que cumplir con su ética profesional.

Ahora el ultimo punto. En esta sociedad hay seres humanos que confunden unos principios básicos como lo es el respeto, la integridad, y los valores en general. El venir de un transfondo social con problemas de todo tipo, no es una carta abierta para ser irrespetuoso con los demás. Yo nací y me crié en un cuna de pobres, pero los valores nunca faltaron y eso ha sido uno de los ingredientes esenciales para mi éxito profesional. Entonces, estos estudiantes se creen que uno se tiene que dejar intimidar por sus conductas, que uno le tiene que aplaudir sus errores, y no aplicarles las penalidades correspondientes. Y los directores que confunden sus roles, ya sea por sus complejos personales, su falta de seguridad, y su falta de ética profesional, se creen que uno tiene que tratar al estudiante con pena y darle oportunidades de hablar y de lo que sea.

Jamás la sociedad va a cambiar con estas dinámicas. Yo, como me opongo a estas mediocridades, pues no se me hace fácil navegar en esta sociedad. Pero me queda el orgullo de que jamás me he doblegado a rendirle pleitesías a la mediocridad.

6 comentarios:

Elco Lao dijo...

Refiéranse a esta columna de Mayra Montero:

http://www.elnuevodia.com/columna/375668/

Don Segundo dijo...

Elco Lao,

Gracias, la leere tan pronto como pueda y le comento.

Doña Bianca

Rafael dijo...

Saludos:

Sucede a diario en todos los aspectos, son tantos los ejemplos, que difícil se le hace a la gente reconocer y afrontar responsabilidades por pequeñas que sean.

Una ocasión detuve a un conductor por rebasar luz roja y se molesto porque no le di una oportunidad, otro que arreste quería que lo dejara fumar estando esposado, cada ves que alguien tiene que afrontar su responsabilidad se molesta y justifican su conducta.

Todos creen que merecen una oportunidad, debe ser el famoso "hay bendito" que nos tiene así.

Un saludo a Don Segundo.

Don Segundo dijo...

Elco Lao,

Por fin lei el articulo de Montero. Fue un retrato de lo que he visto tantos años en la catedra. Es interesante, pues esas cosas pasan en todos sitios, no solamente en Puerto Rico. Y lo que es mas indignante es ver como la administracion avala esas cosas.

Saludos. Doña Bianca

Don Segundo dijo...

Rafael,

Yo no se si tiene que ver con el AY Bendito, porque en EU eso del bendito no existe, pero lo atribuyo a una gran falta de valores y decadencia en la seriedad con que debemos tomar nuestra responsabilidad social. Por el ejemplo que usted comparte, se ve que es un asunto que afecta todos los aspectos de la vida. La gente no quiere asumir responsabilidad por sus actos.

Gracias por su visita y por compartir esos ejemplos pues ilustran muy bien el asunto.

Saludos. Doña Bianca.

Rafael dijo...

Saludos Don Segundo:

Otro ejemplo, llego mientras el marido golpea a la esposa y tuvimos que por decirlo así, brincarle encima al marido luego...ella lo ve esposado llora y nos pide que lo dejemos ir porque ella no quiere meterlo preso, al someter el caso nos enteramos que es la segunda ocasión.

Otra noche llaman los vecinos por una violencia domestica la Sra. nos cuenta que su esposo la amenazo con un cuchillo de cocina mientras la insultaba. Varios dias después ella me dice que no piensa ir al tribunal... que fue por coraje que dijo las cosas, no fue al tribunal y cuando la busque se acababa de mudar.

Esto viene ocurriendo hace años me atrevería decir décadas, cuantos niños han sufrido la violencia en el seno de su hogar, esos niños son los adultos de hoy y se continua perpetuando el ciclo.

Cada ves mas, se ve la violencia como parte de la vida cotidiana, personalmente estoy observando un aumento de violencia que no se veía cuando comencé en la policía.