“Ni el amor a la verdad, ni aun el amor a la justicia, bastan para que un sistema de educación obtenga del hombre lo que ha de hacer del hombre, si a la par de esos dos santos amores, no desenvuelve la noción del derecho y del deber; la del derecho, para hacerles conocimiento y practicar la libertad; la del deber, para extender prácticamente los principios naturales de la moral, desde el ciudadano hasta la patria, desde la patria obtenida a la patria pensada, desde los hermanos en la patria hasta los hermanos en la Humanidad”.
Tomado del libro Estímulos de Vida para cada Día. De Eugenio María de Hostos
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