Entre ayer y hoy se han publicado artículos sobre los $42 millones que la Legislatura de Puerto Rico ha gastado en asesorías. Esto muy a pesar de que el propio organismo cuenta con la Oficina de Servicios Legislativos (OSL), la cual se creó precisamente para eso, las asesorías. Sin embargo, como dice el Editorial del Nuevo Día, da “asco” ver como los legisladores otorgan contratos de asesorías a diestra y siniestra, a tal punto que gastan millones de dólares por dichos servicios de forma innecesaria, ¿por qué?, porque ya existe la OSL para realizar dichos trabajos.
Entonces, mas que irónico, es patético, ver al candidato a la gobernación del PNP, Luis Fortuño, reaccionar ante tal asunto y ofrecer la grandiosa idea de crear una oficina, “igualiiito” a como se hace en Washington DC., desde donde se canalicen dichos trabajos. Y de repente Fortuño se dio cuenta de que su gran propuesta ¡ya existía!. Luego, él mismo añade, para cubrir su error, que lo que pasa es que en el Congreso opera de una forma mas amplia y, bla, bla, bla…buscando como justificar su falta de conocimiento. Una prueba más de que este hombre no sabe nada de Puerto Rico. ¿Es que no se han dado cuenta de que este hombre nunca sabe nada? ¿Acaso no se han fijado de que sus respuestas e ideas revelan un gran desconocimiento de lo que pasa en Puerto Rico?. O no sabe leer, o no investiga, o tira de la vaqueta porque piensa que somos unos tontos. Y aún así, ¿lo quieren para gobernador?. Por otro lado, ¡que joropeta!, estos políticos de pacotilla lo único que saben decir y pensar es que para que todo funcione en Puerto Rico las cosas hay que hacerlas como lo hacen en los Estados Unidos. Una prueba más de lo ineptos e ineficientes que son. Y, sobretodo, irresponsables con sus respuestas e irresponsables con sus planes para Puerto Rico. No tienen la más mínima idea de cómo funciona Puerto Rico y no tienen una propuesta original, realista, seria, ni mucho menos contundente ni asertiva. No se trata de reconocer que lo que se hace en EU puede ser un buen modelo a seguir, sino que se trata de que no hay que hacerlo todo como lo hacen allá.
Hay que decirlo, ¿Por qué tantos contratos de asesorías?. Asesores para tal cosa, para lo otro, ¡hasta asesores para los asesores!. Bueno, esos son los empleos jugosos que los legisladores le otorgan a todas las batatas políticas como premios de consolación, a lo Tío Nobel, que el casi ganador ganaba más que el ganador. Esos son empleos políticos para los familiares, amigos personales, amigos de los familiares, para los conocidos, para los candidatos de los partidos que no salieron electos, para los compinches, etc., etc., y etc. Me acuerdo cuando en “A Fuego Cruzado”, hace un año o más, le preguntaron al gran narcisista de Faz Alzamora sobre el contratito de la esposa de Charlie Rodríguez, y el hombre respondió que como él conocía a Charlie y su esposa necesitaba trabajo y como los amigos están para ayudarse, pues le otorgaron ese “contratito”.
Punto. Esos $42 millones son para emplear personas por favores políticos o personales. Y esos millones se reparten entre los tres partidos políticos, como los tres mosqueteros, todos para uno y uno para todos. Ellos son disidentes en sus ideologías, pero esto es para las gradas, porque, sin embargo, ellos son cómplices y aliados en cuanto a sacar provecho del erario público y repartírselo entre ellos para pagar favores y seguir utilizando el mecanismo de la “pala” para asegurar el empleo a sus familiares, amigos, colegas, encubridores, y correligionarios. Y eso es vergonzoso, eso es asqueroso en todo el sentido de la palabra. Lamentablemente, como Puerto Rico cuenta con un pueblo ignorante, ciego, y enajenante, pues siguen eligiendo a estos corruptos para gobernarlos. El pueblo no se da cuenta de que esa benevolencia de los legisladores no es para con ellos, sino para su élite. Aún así los siguen apoyando. ¿Dónde esta la dignidad del pueblo puertorriqueño?. ¿Dónde está la seriedad y el compromiso de todos nosotros? Por que tan responsables son ellos como nosotros, el pueblo. Ellos no harían eso si nosotros, la masa popular, ejerciéramos con dignidad, valentía y fortaleza el poder que tenemos, de forma responsable.
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