El hombre es verdaderamente grande sólo cuando obra a impulso de las pasiones. Benjamin Disraeli
Que difícil se ha vuelto el poder leer buena literatura, algo que valga la pena, un libro que pueda disfrutar, que llene, que lleve al lector a ese estado de paz, tranquilidad, con deseos de seguir leyendo aunque se esté cansado. La buena literatura parece que ya está en peligro de extinción, ¿o seré yo, que con la edad me he tornado mas difícil?, pero no cabe duda alguna que hay crisis en el mundo de los libros, ya casi todo es “lite”, superficial, si sentido, sin sabor.
Esas veladas románticas de sábado en la noche, con música de violín o violonchelo de fondo, una copa de vino o una copa de brandy, pero si no se quiere tomar licor, entonces una tasa de té de hierbas, humeante. Ella, mi amor, mi compañera, tiene sus piernas sobre mi falda, tiene una frazada, ya que hay un poco de frío, ambos en pijamas, mi dama está metida en su libro del nuevo tema que está leyendo sobre la historia del estado de Israel, el sionismo, y la dama fuerte del pueblo Israelí, Golda Meir. Yo metido en un libro de historia—Tania, La Guerrillera, por Ulises Estrada. Historia es mi tema favorito, aunque tengo que admitir que no es el único tema, tengo tantos otros pues realmente me interesa leer de casi todo.
Para nosotros ésta es una velada íntima, romántica, seductora, de paz, ya que nuestros cuerpos están sintiéndose, hay caricias de amor entre página y página. Después ir a la cama… llenos de amor y satisfacción porque hemos hecho algo que nos complace, nos llena, y nos une, la lectura juntos.
Con las pasiones uno no se aburre jamás; sin ellas, se idiotiza. Stendhal
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